
Ezequiel Ataucusi Gamonal nació el 10 de Abril de 1918, en el Anexo de Huarhua, Distrito de Cotahuasi, Provincia La Unión Departamento de Arequipa, sus Padres Fueron Don Mariano Ataucusi Urquizo Natural de Arequipa; su madre fue Doña Eulalia Gamonal Chacón, también Natural de Arequipa. Tuvo varios hermanos, entre ellos Agripina y Arsemio Ataucusi. Estudió en la escuela hasta el 4to. Grado de Primaria. En 1941 a los 23 años de edad tuvo que hacer el servicio militar por segunda vez , llegando al grado de Sargento Primero; A la edad de 24 años se casó con Dionicia Ospina, Natural de Huancayo Junín, de la que tuvo siete hijos:
Leoncio, Elsa, Juan Noé, Nery, Betty, Rebeca y Tito.En el año de 1955, a los 37 años de edad recibió la manifestación del Espíritu Santo en el pueblo de Picoy (Equipe), distrito de Acobamba, provincia de Tarma, del Dpto. de Junín. (Hechos 3:19). A los 38 años de edad en 1956 por primera vez fue arrebatado en espíritu al tercer cielo donde conoció al Padre Celestial, al Hijo y al Espíritu Santo.
Pasados años después el Hno. Ezequiel Ataucusi Gamonal guiado por el Espirítu Santo, restaura el pueblo de Dios en el Perú y fundo la "Asociación Evangélica de la misión Israelita del Nuevo pacto Universal ", "AEMINPU" , con el fin de establecer el orden espiritual ; Con domicilio en la ciudad de Lima- Perú, el 27 de Octubre de 1968. Y fue reconocida jurídicamente el 12 de Noviembre de 1969 entonces presidente del Perú , General Juan Velazco Alvarado.
En el pueblo de Equipi , Distrito de Acobamba, provincia de Tarma, Departamento de Junín , en el Año de mil novecientos cincuenta y cinco, en el mes de Abril, conocí la Biblia, a medida que iba leyendo la Biblia, mi rostro se mudo, y sentí una transformación en mí persona, quede sorprendido y asombrado; Y por misericordia de DIOS, yo EZEQUIEL recibí la revelación del misterio por primera vez.
Yo Ezequiel, ore al señor Dios del cielo, y confesé, y dije: ahora, señor, Dios grande y misericordioso, escucha mis ruegos oh Dios del cielo; Soy carne y hueso, polvo delante de tus ojos, hombre sin entendimiento, hazme entender sobre el misterio, no entiendo señor yo solo vivo para servirte. Por primera vez en la visión de la mañana, oí una voz del cielo, que me hablaba diciendo: A ti te es dado este misterio de la dispensación, y hablarás hasta lo postrero de la tierra, no estarás mudo, para eso yo te escogí y sea hecho, Yo respondí: así haré gracias señor.
Desde entonces volví mi rostro a DIOS, con oraciones y clamores rogativas, diciendo: ahora señor Dios del cielo, Dame tu entendimiento, y enséñame señor tus caminos lo que debo hacer, luego: en una visión en la noche, vino una voz como un trueno, y dijome: Entiende hijo del hombre, he aquí yo te enseñare lo que has de hacer, lo que ha de suceder, lo que ha de venir. En la visión de la noche apareciome Jesucristo el señor, a una distancia aproximada de cincuenta metros, fui corriendo inclinando mi rostro hacia la tierra, y dije perdóname señor de mis rebeliones, y de mis pecados, y dijome: Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí, y no me acordare de tus pecados, si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. En la visión de la mañana, vi a Jesucristo el Señor a una distancia aproximada de veinte metros, y se acerco donde yo estaba, y con su venida me asombre, y caí sobre mi rostro, y dijome: Entiende hijo del hombre oye lo que te hablare hoy delante de mí, mañana y pasado mañana será hecha la obra. Yo Ezequiel, vi esta visión, he aquí venía un anciano de grande edad, su cabellera y su barba era blanca como la nieve, con su venida me sorprendí y no me quedo fuerzas, luego oí la voz de sus palabras, y dijome: Soy pues venido para hacerte saber lo que has de hacer: ¿Porqué no sales? ¿Por qué no hablas?, Sal al campo, habla a los pueblos, allí te esperan.
En la visión de la tarde, oí una voz del cielo mas a excepción de oír la voz, ninguna figura vi, empero oí la voz de sus palabras y dijome: hijo del hombre, estad atento a las palabras que yo te hablaré, les hablarás pues mis palabras y dirás: He aquí, el espíritu del señor JEHOVA, es sobre mí; es menester me sean aprobados. En la visión de la noche oí una voz que me hablaba y dijome: Id a la biblioteca, allí esta dos libros: De la vida y de la muerte, traedme el libro de la vida, al retorno tomo el libro de mi mano, y abrió el libro Diciendo: A ti te es dado este libro de la vida, y todos los que están escritos en este libro, es menester que sean, los cuales tienen derecho a la liberación, y sea dicho. Yo dije: así haré señor gracias doy. Amén.
Yo EZEQUIEL permanecí recibiendo la instrucción divina, continuamente durante un año; luego yo fui conducido con mi familia, por asuntos de trabajo, al lugar denominado: Palomar Sanchirio (Chanchamayo), en el año de mil novecientos cincuenta y seis, estando en ese lugar, yo Ezequiel seguí recibiendo la instrucción divina con la guía del Espíritu Santo sin cesar. Por primera vez, yo Ezequiel fui arrebatado en espíritu al tercer cielo, vi un local con la puerta abierta, ingrese caminado paso a paso mirando el local quede espantado y asombrado, vi que todo era de metal finisimo y resplandeciente, seguí caminando y llegue a la mitad del local, he aquí había una mesa grande rodeada de veinticuatro sillas; empero no había nadie. Yo estaba mirando el fondo, he aquí vi una pizarra y dos bibliotecas, oí detrás de mí una voz, y aquí vi una mesa y allí estaban sentados: EL PADRE, EL HIJO, EL ESPIRITU SANTO, él me dijo ¡hermano ya llegaste!, Y respondí: ya llegue hermano, él me dijo: el único a ti te esperábamos para comenzar la obra. El Espíritu Santo, me dijo: siéntese hermano EZEQUIEL, mientras esperaba, pusose en pie el padre, luego se dirigió a la pizarra, y comenzó a escribir los Diez Mandamientos, y terminando de escribir, volviose y sentose en la mesa. El Padre, él me dijo: Presto id y traedme una cartulina de la biblioteca, y respondí: Amen Señor.
Saque luego una cartulina, al retorno dije: he aquí la cartulina Señor él me dijo: Escribe en la cartulina los Diez Palabras del Pacto, sin añadir ni disminuir; cuándo estuve terminando de escribir, dijome el Espíritu Santo, ¿Ya termino?, Respondí: ya termine, él me dijo: Traedme lo que has escrito en al cartulina, luego el padre, el hijo, y el Espíritu Santo, aprobaron diciendo: ESTA MUY BIEN.
Después de aprobar, las diez palabras de la Alianza, las palabras del pacto, que estaban escritos en la cartulina; el Espíritu Santo tomo la cartulina y enrollando lo puso en mi brazo, diciendo: Id y Doctrinad a todos los gentiles, enseñándoles que guarden todos los Mandamientos que os he mandado.
Donde estuviereis, y donde fuereis dirás: Este es el Mandamiento que viendo no habéis visto, y oyendo no habéis entendido, quizás oyendo estas palabras se arrepientan, el que hablaba conmigo dijome: por tercera vez, sea predicado a todas las gentes, el evangelio de arrepentimiento y la remisión de pecados, en todas las naciones; hasta aquí el fin de la platica.
Yo Ezequiel cuando fui arrebatado al tercer cielo, donde oí la voz de sus palabras de Jehová Dios, y dijome: Hijo del hombre, oye con tus oídos, toma en tu corazón toda mis palabras que he hablado, que están escritos en el libro de la Ley para hacerlas; les hablaras pues mis palabras a los gentiles; así harás, sin dar tregua, yo dije: Así haré Señor.
Impulsado por las palabras que me dijo: "sal a los pueblos y habla", yo Ezequiel salí a difundir el evangelio de paz; las palabras de la alianza: las diez palabras del pacto, el arrepentimiento y la remisión de pecados; anunciando libertad, mediante el impulso del Espíritu Santo, para cumplir conforme me había ordenado el Señor del cielo; cuando fui arrebatado en Espíritu al Tercer Cielo.
En la visión de la mañana, póstreme de rodillas y ore a Dios del Cielo, buscando en oración y suplica, y vi descender del cielo, una luz resplandeciente como el sol, se cerraron mis ojos en el resplandor de la luz, caí dormido en tierra sobre mi rostro, y oí una voz y dijome entiende, hijo del hombre; ahora pues yo te enseñare lo que hayas de hablar, no temas.
Yo Ezequiel contemplando la visión de la noche, volví mi rostro al Señor Dios del Cielo, buscando en oración y ruego, en ayuno y silicio, y ceniza; y oí una voz del cielo, y dijome: Hijo del hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí, hasta este mismo día.
Yo pues te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón, les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová, acaso ellos escuchen, y si no escucharen (porque son una rebelde familia), siempre conocerán que hubo profeta entre ellos.
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